Tragarme mis palabras

Era el día de entrega de notas y prácticas. Yo tenía un cabreo monumental y una borrachera en aumento... El suspenso de SIE (que aún me duele y aún no me cuadra) y el que no me hubiesen mandado a la radio me escocían cosa mala y la mala leche no hacía más que crecer y crecer.
No sé ni cuánto tiempo ha pasado desde aquéllo, pero hoy rozo la euforia. He pasado por 'Hermanos & Detectives' y me ofrecieron quedarme allí, pero por extraño que pueda parecer, no quiero ni moverme de 'Sin tetas no hay paraíso'... Que sí, que será la serie más hortera que podemos encontrarnos en la tele, que será para niñas mojabragas y viejos verdes pajilleros, que tendrá un argumento y un título que os pueda parecer machista... Pero a mí que de allí no me muevan. Primero por el pedazo de equipo humano del que tengo la suerte de rodearme, segundo por lo muchísimo que estoy aprendiendo (ya hasta manejo la pértiga, que ni podéis imaginaros lo que pesa...) y tercero por lo agradable que fue llegar el jueves al plató y escuchar "joder, ¿dónde coño has estado estos tres días que se te ha echado de menos?".
Todo el mundo me anima a seguir adelante con todo. Los sonidistas me ven coger la pértiga en los ratos de descanso y en lugar de descansar me echan una mano: "no, encoge este brazo, saca la cadera, ten como referencia ese punto..." y entonces aparece un cámara que tampoco se ha ido a descansar, que enciende su cámara y te dice "mira, ahí te veo... ahí no te veo pero estás haciendo sombra en tal sitio". Y en esas viene uno de luces y te dice "si te giras por aquí dejas de hacer sombra y no manchas el plano". Y a mí se me queda cara de idiota... La misma cara de idiota que se te queda cuando llegas por la mañana y todo el mundo te saluda y todas las niñas (producción, dirección, atrezo...) te dan dos besos como si llevases toda la vida en el rodaje. La misma que se te queda cuando escuchas eso de "venga coño, que al pacharán te invito yo que tú aún no cobras". La misma que se te queda cuando te dicen "qué coño, que yo te llevo a casa en coche, no te preocupes". La misma, mismita, que se te queda cuando te dicen "oye, que el domingo hemos quedado de cañas, vente". Y sí, la misma que se te queda cuando se va un grande del cine que estaba trabajando en la serie (Joseba... buen viaje!) y te suelta "joder, meritorio, llevas aquí dos semanas y al final te voy a echar de menos". Y la misma, y esto quizá sea lo más importante, que se te queda cuando descubres tu vocación por accidente.
Así que voy a ser honesto y sincero, y me voy a tragar mis palabras. Voy a coger ese "vaya mierda de prácticas" y me lo voy a meter por el culo. Con mucha vaselina y mucho amor. Porque la vida es así... muy de darte hostias que resultan ser tremendas sorpresas.